jueves, abril 28, 2011

EL TIRANO REY LOUIS 16

El lunes 21 de enero de 1793, a las 10:22 horas, no fue el “ciudadano Luis Capeto” el que murió sino más bien, la institución real, el lugarteniente de Dios.

Fue Francia, la hija de Clovis y de los 40 reyes que forjaron a la Galia, la que murió.

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Si ustedes les preguntan a los franceses (y al mundo) que piensan de Luis 16, les dirán, víctimas de una gran ignorancia, resultado de las políticas de educación nacional, “se asesinó al menos peor”.

Hemos tenido la imagen de Luis 16, como la de un rey fallido, débil que no se había comprometido con el progreso.

Cierto, este perverso ícono tiene un poco de verdad. Luis 16 no tenía la hechura de un rey, era zurdo, por ello sus maniobras eran torpes y se guiaba por las ideas de Fénelon con las que fue educado, su preceptor le enseñó que el rey era igual a sus súbditos. Visión igualitaria de poder, que hizo disminuir a la autoridad.

Luis 16, heredero de Luis 15, no se había comprometido más que a hacer presencia, es decir reinar. El rey encarna al cuerpo místico de la nación, de la sucesión de los reyes. Su persona no es nada. El debe irradiar su majestad, que viene de la gracia.

Es por eso que Luis 16 no fue un mal rey para nada. Todo lo contrario. En 1789 Francia era la primera potencia económica, por su agricultura y su industria, mucho más prospera que la de Inglaterra. La primera potencia militar debido a las reformas emprendidas y la nueva artillería que permitió las victorias de Napoleón. La primera potencia cultural, sí, el francés era la lengua de la élite Europea. Fue la que hizo apuntar a Talleyrand que la Francia de 1789 era “la dulzura del vivir”.

En fin, en 1793, Francia estaba en su apogeo. Con el Tratado de París, Luis 16 venga a su abuelo, Inglaterra pierde sus colonias americanas, es superada por Francia.

Luis 16 demostró su hábil maquiavelismo, como deben hacerlo todos los jefes de Estado: la monarquía legítima francesa católica se asocia a los americanos republicanos contra una monarquía legítima. ¿Paradoja? ¡No! Estaba antes que nada el interés superior de la nación que el soberano tiene la obligación y el derecho de salvaguardar.

En 1792, por puro cálculo político, lanza a Francia a una guerra contra Austria, esperando que una victoria haga brillar más su trono y, en caso de derrota, quedar él como el último recurso de la nación. Buen razonamiento político pero que no se logró.

Luis 16, con otra educación, en otra época, hubiera practicado otra forma de monarquía, hubiera sido reconocido como un rey grandioso, otro César Augusto, con una muerte tranquila y en su cama.


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Texto tomado del blog Partisan Blanc (El Miliciano Blanco) y traducido del Francés al Español por su servidora.

-Última imagen (perfil) del Rey en vida y en prisión ¡Qué personalidad tan fuerte irradiando autoridad y majestad!-

Attention English-Speaking visitors: This blog is entirely in Spanish as there is scarce, almost inexistent, information on this tragic real-life event in the Hispanic America: Legacy of the revolutionary governments that sprang up in so many countries in the Americas, inspired in the shameful and ominous French Revolution.-/////////////////////////////////// Tenemos que mencionar que nos llena enormemente de orgullo y nos honra al máximo recibir la visita de todas las universidades del mundo incluyendo las mas antiguas y de tantos y tantos eruditos y conocedores de estos acontecimientos. Ojala que muchos universitarios no se limiten a leer solamente una página, el blog entero es de ustedes.- Gracias